Albania y Kosovo 2008
El viaje misionero este verano llevó un grupo de ocho personas de nuestras iglesias a Albania y Kosovo. El grupo tuvo muchas oportunidades para servir al Señor con los hermanos de las iglesias en los dos países. Escuchamos testimonios impactantes de cómo Dios ha obrado en las vidas de personas en contextos muy diferentes a los nuestros y ha transformado sus vidas. Una de estas personas es Esat de Peja, Kosovo. Esat era campeón de culturismo en al antiguo Yugoslavia. Cuidaba mucho su físico y su cuerpo llegó un símbolo de orgullo para él. Era famoso y rico. La guerra entre los serbios y los albaneses en Kosovo comenzó en 1999. Como muchos albaneses se marcharon a otros países la familia de Esat fue a Albania. Esat se quedó. Un día llegaron los militares serbios a su casa. Mataron a su perro delante de él, quemaron su coche y dijeron que iban a matarle pero las balas eran muy caras y él no se merecía una bala. Dijeron que iban a sacarle los ojos. Una vecina serbia llegó y le defendió diciendo que Esat era un hombre bueno. Le dejaron marcharse. Se fue andando por las montañas a Montenegro.
Su viaje le llevó a Tirana en Albania dónde se encontró con su familia. La familia no tenía nada, ni dinero ni comida. Esat iba en búsqueda de trabajo y comida y después de semanas encontró una iglesia que le ayudó. Esat notó algo diferente en las personas de la iglesia. Su gozo y amor le impactó. Empezó a leer la Biblia y al final aceptó a Cristo en su vida. Fue transformado. Al final regresó toda la familia a Kosovo después de la guerra y todas sus propiedades habían sido destruidas. Había perdido todo y tuvo que comenzar a reconstruir su casa y su negocio. No ha sido fácil. Los miembros de su familia todavía no son creyentes pero Esat sirve al Señor con gozo, ánimo y entrega. Esta recogió al equipo de FIEIDE cuando llegamos a Kosovo. Nos quedamos en una casa tuya que se usa para equipos que ayudan a la iglesia en Peja. Era la casa que los serbios había quemado y ahora reformada y al servicio de la obra de Dios. Para Esat la vida es dura. Se burlan de sus hijos porque su padre es ‘cristiano’, su mujer no es creyente y su negocio es arreglar televisores pero ahora Esat no tiene ningún rasgo de orgullo y su cara refleja el gozo del Señor. El equipo de FIEIDE fue a Albania y Kosovo para servir pero fuimos bendecidos por personas como Esat quién nos sirvió a nosotros.