Sant Feliu de Guíxols
Tras 20 años de presencia, el primer lugar de culto
Invitados de toda Cataluña participaron en la inauguración del nuevo espacio de la iglesia evangélica de la ciudad .
“Los que han seguido un poco la historia de esta iglesia saben que este local es un milagro”. Este es el sentir que la iglesia evangélica de Sant Feliu de Guíxols, pastoreada por Arnold Forster, expresó el pasado sábado. El local se inauguró con el apoyo de 80 personas, muchas de ellas venidas de las comarcas de Girona, desde Barcelona y de otros lugares de Cataluña. El lema de la comunidad, “Celebrando el amor de Dios y sirviendo a nuestra ciudad”, fue el hilo conductor de la celebración.
Desde abril de este año, la iglesia cuenta con un lugar de culto propio. La comunidad entró (en alquiler) al que fue un antiguo almacén y las oficinas de Gas Natural. Tras intensas obras de reforma, se convirtió el espacio en una sala de celebración y un despacho abierto al público en la planta baja, además de una zona de aulas, en el entresuelo.
El acto de inauguración tenía como propósito expresar el agradecimiento a Dios, a los miembros de la iglesia, a la ciudad y a las autoridades. También, un reconocimiento al apoyo recibido por otras muchas iglesias de la región. Además, se invitaron a vecinos y personalidades.
La celebración la presentó Tabea Forster, que agradeció la aportación de muchas personas, entre ellas, los diversos alcaldes de la ciudad en los últimos 20 años. Recordó, además, que el nuevo local quiere ser una herramienta para dar la gloria a Dios y llegar al exterior. También hizo énfasis en que la iglesia quiere dar centralidad a la Biblia, un enfoque clave de la Reforma.
Pese a que estaba invitado y había confirmado su asistencia, el alcalde de Sant Feliu de Guíxols, Joan Alfons Albó, no pudo asistir por motivos de agenda. Le sustituyó Joaquim Clarà, regidor del consistorio, que se mostró muy interesado y en su intervención agradeció el deseo de la iglesia de servir a la comunidad. Prometió “ayudaros para que vosotros podáis ayudar a la ciudad”.
APOYO DE MUCHAS PERSONAS
También estuvo presente el Consell Evangèlic de Catalunya, con Guillem Correa, su secretario general, que intervino para explicar el impacto que tienen las 620 iglesias evangélicas que hay en estos momentos en Cataluña. Se dirigió a las autoridades para “agradecer que en Sant Feliu de Guíxols, a diferencia de otras ciudades, no tenéis miedo a la libertad religiosa”.
Otro invitado que participó brevemente fue Manel Rodríguez, presidente de FIEIDE (Federación de Iglesias Evangélicas Independientes de España). Enfatizó el lema de la iglesia al insistir en la necesidad de amar a Dios, y que de de este amor surgiera la acción para servir a las personas con necesidades y transmitir las buenas noticias del evangelio a otros.
Una de las notas especiales del encuentro fue la participación desenfadada de Alley, estudiante de Medicina y miembro de la iglesia, que en su tiempo libre trabaja con adolescentes en el ámbito del Hip Hop. Rapeó en directo un tema que había preparado especialmente para la ocasión, mencionando algunas de las peculiaridades de la iglesia de Sant Feliu. “Nada es posible sin la fidelidad de Dios, nada tiene valor, da igual lo que uno haga. Él es la perspectiva justa con un toque de compasión, la realidad perceptible más allá de la religión”, fue una de las líneas que rapeó, y que la gente podía leer sobre la marcha en la pantalla.
Otra sorpresa fue la presencia de un pastor protestante de los suburbios de París, Peter Egger. Aprovechando las vacaciones en la Costa Brava acudió junto a su familia al acto y también intervino brevemente.
“NO ESTAMOS AQUÍ PARA PEDIR, SINO PARA OFRECER”
Jaume Llenas, pastor de la iglesia de Premià de Mar y secretario general de la Alianza Evangélica Española, hizo una reflexión sobre la función que debería cumplir las iglesias, en base a la enseñanza bíblica. Habló de modelos equivocados, como el de las comunidades que sólo se centran en sí mismas o aquellas que buscan tener influencia para acaparar poder. Explicó gráficamente que si una iglesia cristiana no sirve a la transformación integral del barrio, de la ciudad y de la sociedad a su alrededor, “es como una lavadora que no lava o una nevera que no enfría”.
Basándose en las palabras de Jesús sobre amar a Dios por encima de todas las cosas y al prójimo como a uno mismo, Llenas animó a la comunidad en Sant Feliu a impactar en el entorno y ayudar a “reconstruir relaciones rotas”, con Dios en primer lugar, pero también con las personas, las familias y el entorno natural. Y añadió que los cristianos no deben caracterizarse por pedir privilegios, sino por ofrecer servicios a la comunidad.
El acto se cerró con la participación de Manuel Pozo, co-responsable de la iglesia, que explicó que este local propio, tras 20 años, era un “sueño que Dios ha cumplido”. Pero que aún así, no dejaría de ser una herramienta más para la bendecir a la ciudad. Fran Serrano, pastor evangélico en Cunit, y Daniel González, ex director de la Misión Alturas y una de las personas claves en los inicios de la iglesia a principios de los años 90, cerraron el acto orando.
UN AMBIENTE MUY CÁLIDO
En varios momentos de la celebración hubo espacio para la música, y los asistentes cantaron con entusiasmo. Se notó en el ambiente que muchos (entre ellos pastores y responsables de otras iglesias), tienen vínculos emocionales con la iglesia de Sant Feliu de Guíxols, por haber seguido la historia de esta comunidad desde la distancia, haber orado por ella. En el tiempo de refrigerio posterior se pudo notar en las conversaciones.
Entre los asistentes, además, estuvo el capellán de la parroquia católica de Vilartagues (un barrio de de la localidad), Pere Torras, que por primera vez asistía a un culto evangélico en la ciudad.
Entre los asistentes destacó también un pastor protestante ya jubilado, David Aís, con vínculos familiares en Sant Feliu. En tiempos difíciles en los que estaba mal visto socialmente ser protestante, “mi madre se convirtió y oraba para que hubiera obra evangélica aquí”. Por eso, explica, “nos hacía mucha ilusión venir a la inauguración”. A sus 80 años, compartía emocionado, que “lo que no pudo ver mi madre en vida, por fin nosotros lo hemos podido ver”.
LA HISTORIA DE UNA IGLESIA SIN LUGAR DE CULTO
Tal como explicó Arnold Forster durante un repaso fotográfico por la Historia de la iglesia, la vivencia de la comunidad ha sido especial por haberse reunido durante casi 20 años en un lugar prestado.
En esta ciudad de 25.000 habitantes, la última presencia visible de una iglesia protestante desapareció cuando las autoridades clausuraron una iglesia en 1897 , por motivos políticos.
Desde 1991, un grupo de obreros unidos alrededor de la misión Alturas, empezó a orar por Sant Feliu de Guíxols y se trasladaron a la ciudad. Después de varias actividades públicas (conferencias, conciertos, exposiciones, emisión de películas), la nueva iglesia se fue asentando y creciendo. También estableció una relación cada vez más fluida con las autoridades políticas, una colaboración que se ha ido fortaleciendo y asentando con el paso de los sucesivos alcaldes.
En 1993, el Ayuntamiento concedió un permiso temporal de reunión en el Centro Cívico Tueda, los domingos. Esta concesión se fue renovando regularmente, hasta llegar a una situación, ‘de facto’, de permiso indefinido. Se trata de una situación extraordinaria, con pocos casos similares en España.
Durante 19 años, pues, las celebraciones de la iglesia evangélica de Sant Feliu de Guíxols se dieron cada semana en este centro público, usando una sala principal y varias secundarias (dedicada a niños, adolecentes y jóvenes). Durante la última década, el buen entendimiento con las autoridades y el arraigo en la ciudad permitió que los miembros de la iglesia no tuvieran que pagar ni siquiera los gastos de mantenimiento.
EL MOMENTO DEL CAMBIO
El año pasado, sin embargo, el consistorio decidió no prolongar más el permiso. Se adujo a la igualdad de trato otras confesiones religiosas (musulmanes, por ejemplo), que no estaban recibiendo espacios públicos para sus actividades. Esta decisión se comunicó con muy poco tiempo de antelación y la iglesia se vio sin lugar de reunión de una semana para otra.
La respuesta a esta situación difícil llegó desde un lugar inesperado. La parroquia católica de Vilartagues, en la parte superior de Sant Feliu, ofreció sus espacios a la iglesia para reunirse temporalmente allí. Durante 2 meses se celebraron los cultos evangélicos después de la misa católica, sin unir las dos comunidades, pero sí compartiendo el espacio.
Durante ese tiempo, la oración y la búsqueda de un local terminó por apuntar a lo que ahora se ha convertido en el primer lugar de culto propio (de alquiler) para la iglesia evangélica en Sant Feliu. El proceso de todos estos años ha marcado a los creyentes, que después de dos décadas de espera afirman ahora que una iglesia puede sobrevivir sin un local propio, y que pese a ser un gran regalo de Dios, el edificio es una herramienta más al servicio de la misión.
UNA OFICINA ABIERTA DURANTE LA SEMANA
Pese a que hasta ahora la iglesia de Sant Feliu no tuviera un lugar de culto propio, sí mantuvo abierto un punto de conexión público, la “Oficina de Orientación Cristiana Aprop Teu” (en castellano: “Cerca de ti”), que ha sido el punto de referencia evangélico ante los ciudadanos. Durante algunos años, en los que hubo fondos públicos para ello, esta oficina de la iglesia incluso acogió un Servicio de Atención a Inmigrantes y Refugiados, en el que trabajó una trabajadora social.
Ahora, “Aprop Teu” sigue abierto todos los días laborables de la semana, ya integrado en las nuevas dependencias de la iglesia. Ahí está el despacho del pastor, accesible fácilmente desde la calle.
La iglesia cuenta, en el entresuelo, con varias salas para ser usado para todo tipo de actividades. También una zona de tiempo libre para jóvenes, con sofás. Estos espacios se han empezado a utilizar para un “Esplai”, una vez al mes, que reúne adolescentes del pueblo pero también de algunas otras iglesias de la región.
Otras actividades que la iglesia quiere impulsar son clases de refuerzo escolar y el curso Alpha.
MÁS INFORMACIÓN
El nuevo local de la iglesia evangélica de Sant Feliu de Guíxols (Girona), se encuentra en la calle Bourg de Peage, 9. Puede saber más visitando la página web de la comunidad, o su página en Facebook.