El día 18 de julio comenzamos nuestra aventura a Albania. El equipo de 13 personas viajó de diferentes partes de España y de Europa y nos encontramos en el aeropuerto de Munich donde el equipo se conoció por la primera vez.
Miembros del equipo:
1. Laura Sanlon, Coordinadora de viaje. Iglesia de Granollers, Barcelona
2. Pepe Pérez, Iglesia de Granollers, Barcelona
3. Irene Pérez, Iglesia de la Torrassa, Barcelona
4. Emilio Mesa, Iglesia de la Grau, Castellón
5. Jacqueline Rojas, Iglesia de la Cuesta, Santa Cruz de Tenerife
6. Esteban Lozano, Iglesia El Shaddai, Madrid
7. Andrés Glasscock, Asamblea de Hermanos de Vallecas, Madrid
8. Aarón Niemeyer, Iglesia de Osuna, Sevilla
9. David Sebastián, Iglesia, Zaragoza
10. Adelio Catunta, Iglesia de Puertollano, Ciudad Real
11. Silvia Simarro, Iglesia de Móstoles, Madrid
12. Luis Jamín Vázquez, Iglesia de Santa Cruz de Tenerife, Tenerife (estudiando en Alemania).
13. Marika Gremaud, Eglise Évangélique Libre de la Rochette, Suiza
El Señor nos ayudó en todos los planes y todo el grupo consiguió el mismo vuelo desde Munich a Tirana, Albania. Llegamos a Tirana de noche y después de un problema en el control de pasaportes pudimos salir y seguir con el viaje hasta la cuidad de Lushnje. Viajamos en dos furgonetas hasta Lushnje y los conductores asustaron a algunos del equipo con los adelantos y frenazos pero gracias a Dios llegamos bien a nuestro destino… la casa de una familia de la iglesia.
La familia se había traslado a una casa cerca para dejarnos el uso de su casa. Esta casa llegó a ser ‘nuestra casa’ y esta familia llegó a ser ‘nuestra familia’ por que nos cuidaron, prepararon las comidas etc. durante nuestra estancia. La primera noche fue muy calorosa y fue el inicio de una ola de calor que iba a durar las dos semanas. Temperaturas llegaron a los 45º+ muchos días.
El día siguiente tuvimos una reunión con el liderazgo de la iglesia y orientación sobre cuestiones culturales y el trabajo que íbamos a realizar. Por las mañanas después del desayuno tuvimos un tiempo de oración en la iglesia con miembros de la iglesia. Cada día tuvimos trabajo en zonas diferentes de la cuidad. Trabajamos en colaboración con el club ecologista de Lushnje. Un grupo de la iglesia siempre nos acompañaba para ayudar con la limpieza, repartir literatura o hablar con la gente que preguntaba qué hacíamos y por qué.
El primer día limpiamos el parque principal de la cuidad. Recogemos basura y pintamos los árboles para protegerlos. Fue una sorpresa cuando llegó un equipo de la televisión local para grabar nuestro trabajo y entrevistar al pastor Berti Dosti.
Cada mañana la experiencia fue similar aunque en zonas diferentes de la ciudad. La verdad es que la cuidad estaba muy sucia. Había basura por todos los lados y el río apestaba con la basura alrededor y flotando en el agua. Aunque no fue un trabajo agradable sabíamos que era necesario para llamar la atención de la gente a la necesidad de limpiar su ciudad y de cuidar el medio ambiente. Calles, jardines y otros parques recibieron nuestro toque de limpieza.
Las iglesias de la FIEIDE con parte de sus donativos pagaron por la instalación de papeleras en una zona de la cuidad. Algunos de las autoridades del ayuntamiento vinieron para organizar el trabajo. Acompañamos a los obreros y los chicos ayudaron instalar las papeleras. Todo equipo estaba muy animado cuando por la noche descubrimos que la gente ya había empezado a usarlas.
Cogimos el autobús un día a las 7.00h para ir una hora de viaje a la playa. Estaba llena de gente a las 8.00h de la mañana. Estaba sucia. La orilla del mar fue horrible. La gente tiraba de todo a su alrededor. El equipo de la televisión llegó también y nos hicieron entrevistas allí. Salimos cada día en las noticias de la televisión local. Esta cobertura nos dio oportunidades para compartir el evangelio y aunque a veces, al editar la entrevista, cortaron la parte sobre el evangelio, salimos tantas veces que el evangelio fue transmitido de una manera sencilla muchos días. A través de la televisión la gente de la cuidad de Lushnje sabía quiénes éramos, qué hacíamos y porque.
Fue un portal para anunciar nuestras actividades también.
El día más duro en cuanto la limpieza fue el día que trabajamos en los jardines del hospital. No hay palabras para describir la experiencia. Encontramos de todo lo imaginable en los alrededores de un hospital.
Fue muy impactante para el equipo y les afectó bastante emocionalmente. El mismo día al terminar de recoger la basura entramos en el mismo hospital para repartir regalos para los recién nacidos. Una organización holandesa había donado cajas de regalos para los niños.
Las televisiones nos acompañaron de nuevo. Pudimos ver a las madres con sus bebes. Notamos las condiciones muy básicas del hospital.
Después pasamos a pediatría y repartimos cajas a las familias de los niños enfermos. Estaban muy agradecidos. Fue muy triste ver a los niños en aquellas condiciones. Tuvimos oportunidades para explicar de nuevo el porque de nuestra visita y nuestras motivaciones. Vivimos una mañana muy intensa emocionalmente.
Comimos en ‘nuestra casa’ cada día y después tuvimos una siesta o por lo menos tiempo para descansar o preparar otras actividades. El calor y la humedad era agotador y las condiciones eran aún más difíciles porque se cortó la luz cada día, (más o menos a las 10.00h) y esto significó que se cortó también el agua. Normalmente no volvió hasta las 17.00h y durante la noche se cortó otra vez. Son las consecuencias de la falta de infraestructura en el país.
Por las tardes ofrecimos clases de español o guitarra y alguna clase de canto en la iglesia o en las instalaciones de la escuela de inglés que la iglesia tiene. Los jóvenes estudiantes participaron en las actividades.
Había también un equipo americano dando clases de inglés. Por las tardes ayudamos con las actividades de juegos, deporte etc. para los estudiantes.
Comunicarnos fue difícil pero el primer día tuvimos una clase de albanés y después el equipo usó las pocas palabras o fases que aprendieron. El equipo comunicó también con los jóvenes en inglés o algunos de los albaneses entendían español, (ven las telenovelas de América Latina y así han aprendido español).
La escuela de ingles e informática de la iglesia estaba en obras y varios días tuvimos que ayudar subir los materiales al nivel dónde estaban construyendo otra planta. Un día ayudamos a los miembros de la iglesia subir casi 2000 bloques de 2kilos cada uno. Fue agotador. Otros días ayudamos con otros materiales etc. Un día ayudamos con la limpieza general de la iglesia con algunos miembros de la iglesia. Fue la primera vez que habían hecho una limpieza tan a fondo y se quedaron muy contentos con los resultados.
Algunas noches los chicos del equipo jugaron partidos de fútbol contra equipos de la cuidad de Lushnje. Jugaron en temperaturas de 30º+.
La segunda semana organizamos un torneo de fútbol para los niños. Los chicos del equipo pensaban que llegarían unos 20 niños. Se quedaron sorprendidos cuando llegaron 100 niños. Fue una oportunidad fantástica para demostrarles amor y cariño y ofrecerles una actividad que les encantaba.
Los chicos del equipo tenían sus ‘fans’ que les seguían por la cuidad, les pedía autógrafos, fotos etc. Cada día tuvimos la oportunidad de reunirles y explicarles algo sobre Dios y el evangelio. El último día les invitamos a la iglesia el domingo para una actividad especial. A las 9.00h el domingo llegaron 20 niños y pudimos explicarles el evangelio y jugar con ellos y a la vez presentarles a la gente de la iglesia antes de marcharnos.
Una gran sorpresa nos esperaba cuando el Alcalde de la ciudad llamó al Pastor Berti para invitarnos ir al Ayuntamiento para verle. Fuimos todo el equipo con los dos pastores y el alcalde nos dio las gracias por todo lo que habíamos hecho en la cuidad y por la ciudad. El Director de Cultura nos llevó a tomar algo después. Había dos televisiones grabando durante el acto. Si esto no fue suficiente el Director de la televisión nos invitó ir al estudio para grabar un programa de una hora. La misma noche fue transmitido.
Estas experiencias han ido más allá de lo que podíamos haber imaginado. El mensaje del evangelio ha llegado de una manera práctica a toda una cuidad con hechos y palabras. Confiamos que nuestro trabajo no ha sido en vano y que el Señor lo ha usado para tocar corazones.
Hemos convivido con la gente de la iglesia de Lushnje, hemos orado juntos, hemos compartido testimonios, uno de equipo predicó en el culto, todos cantamos pero sobre todo hemos visto la obra de Dios en las vidas de personas. Escuchar algunos testimonios fue increíble. Oír cómo Dios llegó a sus corazones y abrió un país cerrado y ateo y ha levantado muchas iglesias, ha sido una experiencia alentadora para el equipo. Lenci, (un joven co-pastor y Director de la Escuela) esta estudiando en un seminario en Tirana. Su testimonio parece a lo de un ‘Saulo moderno’. Se convirtió del Islam y anteriormente de la iglesia ortodoxa. Su pasión por el Señor y su obra nos impactó a todos.
El equipo fue fantástico. Un equipo incansable y dispuesto a todo hasta literalmente casi desmayarse. El Señor bendijo nuestro tiempo juntos como equipo. Disfrutamos sirviendo juntos, conociéndonos, orando juntos, alabando juntos, estudiando la Biblia juntos, comiendo juntos y riéndonos juntos.
Una palabra que describe el equipo es ‘unido’. Es nuestro oración, como la de Jesús, que a través del ‘equipo unido’ la cuidad de Lushnje habrá conocido algo del amor de Dios.
‘……para que sean perfectamente unidos; para que el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado, como también a mí me has amado.’ Juan 17:23
Gracias por apoyar este viaje y por orar por nuestro trabajo en Albania.
Sólo podemos agradecer a nuestro Dios por todo lo que Él ha hecho.
Laura Sanlon
Coordinadora del viaje
FIEIDE